¿POR QUÉ COME MENOS MI PERRO EN VERANO?

Una pregunta muy habitual entre los que dan sus primeros pasos en esto de vivir con un perro: ¿qué pasa en verano? ¿Por qué come menos mi mascota? Efectivamente, esa es la sensación que todos hemos tenido. Pero conviene matizar algunas cuestiones, quizá echar por tierra algún mito y ya de paso, aprovechar la ocasión para poner en forma al animal. Vayamos por partes:

¿Por qué comen menos en verano?

Los principales motivos por los que el perro, motu proprio, reduce el volumen habitual de sus ingestas, en realidad se limitan al efecto del calor en sus rutinas. Y es que al igual que nosotros en verdad, a más calor, menos ganas de moverse: durante gran parte del día, lejos de corretear detrás de pájaros, palos o pelotas, nuestra mascota prefiere tumbarse en algún sitio a la fresca, y a ser posible al amparo de la sombra. De hecho, durante los periodos de mayores temperaturas sus organismos requieren de un menor aporte calórico para mantener su temperatura corporal. Según los estudios, la cantidad necesaria en invierno es un 30% superior a la que requieren en periodos cálidos.

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Por ello, es frecuente ver que el cuenco de comida que normalmente devora durante el resto del año, en verano lo deja a medias.

¿Necesitan comer menos?

En realidad no. Un perro puede (y de hecho, debería) seguir consumiendo más o menos su ración diaria. El problema somos nosotros, que en verano cambiamos nuestras rutinas alimenticias porque nos apetecen comidas más frescas, y sin embargo pretendemos que nuestra mascota mantenga sus hábitos inalterados sin caer en la cuenta de que a las tres de la tarde, y con un sol de justicia, quizá comparta las mismas pocas ganas que nosotros de atizarse una comida copiosa. El truco, por tanto, reside no en cambiar su comida, sino el horario en que se la sirvamos. Buscar las horas más frescas del día para su alimentación puede significar una mayor predisposición por parte del perro a comérselo todo.
Sea como sea, es importante que nuestras mascotas dispongan siempre, especialmente en verano, de agua fresca para no sufrir deshidratación. Máxime en el caso de cachorros, perros especialmente activos, o ancianos.

Consejo: ¿y aprovechar para perder peso?

La clave de todo ello es la menor necesidad de calorías, lo que abre la puerta a que nos planteemos poner en forma a nuestra mascota, en el caso de que necesite perder unos quilitos. Por supuesto, toca contar con la aprobación de un veterinario: con su ayuda, podemos optar por los días de verano para cambiar (o combinar) su rutina alimenticia y apostar por un pienso como el que propone Affinity. Su gama de alimento Light le suministra un alto contenido en proteínas (30%) en oposición a un nivel de grasas (11%) muy reducido. La inclusión de L-carnitina favorece además el metabolismo de las grasas y el mantenimiento de la masa muscular… ¡para ayudarle con la operación bikini!

 

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Fuente: http://www.mundoanimalia.com/

Peluquería Canina del Chow Chow

Los colores del Chow Chow son cinco:

Sólidos:

Rojo y negro (dominantes)

Diluidos:

Del rojo: Crema y canela o cinnamon

Del negro: Azul o Blue

La muda:

-El Chow Chow hace dos mudas al año, la más fuerte es en Verano (que es cuando muda todo su pelo), y la del invierno que es cuando muda el pelo duro.

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A continuación os dejo un vídeo realizado por PelaPel Tv, con la colaboración de Raquel Vigo, que junto a su hermana Nuria, forman parte del criadero de «Los Perros de Bigo (http://perrosdebigo.com/)

Perras en gestación y parto.

Diagnóstico

Se anotará la fecha o las fechas de la cópula. Mantener a la perra con el régimen alimentario habitual, sin incrementos innecesarios. Entre los 25 y 30 días se hará palpar el abdomen por manos expertas o una ecografía. Los análisis posibles pueden dar resultados falsos ante una pseudogestación.

«El lugar donde se intentará que se produzca el parto debe acondicionarse con anticipación, para incentivar la confianza.»

Si la perra es cooperativa y no excesivamente gorda, pueden palparse engrosamientos uterinos, correspondientes a cada embrión en desarrollo.

Por lo tanto, no sólo se confirma el diagnóstico esperado sino que en ciertos pacientes pueden contarse cuántos cachorros hay. Esto es más sencillo en perras de pequeño tamaño.

Algunas veces se indican análisis para evaluar el estado de salud.

Se sugieren dietas o se realizan modificaciones de las habituales, incorporando minerales y vitaminas, si se considera apropiado.

Aproximadamente quince días después vuelve a evaluarse el progreso de la gestación y la salud del animal. La presencia de anemia o afecciones renales pueden detectarse. Es de importancia suministrar todo el líquido que la perra desee beber, para conocer el volumen total diario, y mencionarlo al profesional actuante.

Perras en gestación y parto

Preparando el lugar del parto

El lugar donde se intentará que se produzca el parto debe acondicionarse con anticipación, para incentivar la confianza. Como reglas generales tiene que ser tranquilo, lavable y con un reborde de aproximadamente 15 a 20 cm. de altura para evitar la fuga de los cachorros. El piso no debe ser áspero porque se lastiman las patitas y es conveniente cubrirlo con varias capas de papel de diario. No debe construirse muy grande. Es preferible que la carnada permanezca en contacto entre sí y con su madre. Evitar corrientes de aire. Proveer un medio para calefaccionarlo y un termómetro de pared. Este último casi a la altura del piso, para medir la temperatura real a la que se encuentran los cachorros. Si se dispone de una cucha se calefaccionará simplemente con la temperatura corporal, como un iglú.

Antes de la fecha de parto, calculando 60 a 63 días de gestación, se efectúa el último control y una radiografía de abdomen. Con ésta última se trata de contar el número de cachorros, dato muy importante para saber en qué momento finalizó el parto. Es totalmente inocua para la madre y su prole. Además si se confirma una gestación única, es conveniente inducir el parto, ya que a veces no se produce espontáneamente.

«Prever, especialmente cuando concluyó el parto, que aún animales muy dóciles pueden mostrarse irritables e incluso agresivos

Los propietarios deben tomar la temperatura rectal dos veces por día. El termómetro debe apoyar contra la pared del recto, y esperar 3 a 5 minutos. La temperatura durante la gestación oscila entre los 38 – 38,5°C. Es frecuente que se produzca un descenso de 1 – 1,5°C pocas horas antes del parto. Durante éste, asciende a 39°C.

Otro dato que indica inminente desenlace es que la perra rompa papeles o trapos del nido y trate de cavar el piso. Sin embargo esta actitud puede presentarse a veces desde varios días antes.

El día del parto

En el día del parto habitualmente no quiere alimentarse, aunque sí bebe con frecuencia. Las hembras multíparas cambian de sitio y muestran inquietud.

Perras en gestación y parto

El primer cachorro puede ser expulsado rápida y fácilmente, o por el contrario luego de varias horas de contracciones. Si se notan esfuerzos expulsatorios improductivos durante más de seis horas, debe comunicarse con el profesional.

Las perras paren casi siempre acostadas, con la parte posterior de costado. A veces, y en especial el primer cachorro, en posición de defecar.

Los cachorros salen envueltos en membranas opalescentes, llenas de líquido. El cordón umbilical, delgado como un tanque de birome, une al cachorro con la placenta que se encuentra aún en el útero. Pueden presentarse de cabeza o de cola (menos de la cuarta parte de ésta forma). Debe tomarse con toda la mano, pudiendo ayudarse con toallas de papel, y traccionar hasta liberarlo.

Perras en gestación y parto
Figura 1

El instinto lleva a la perra a rasgar las envolturas del recién nacido, cortar el cordón umbilical y lamerlo repetidamente, estimulando la respiración, circulación y movimiento. Si si ésta no actúa, el propietario debe reemplazarla, rompiendo la bolsa en cualquier sitio. Luego se corta el cordón, siendo un buen método presionar con la uña del pulgar contra el dedo índice, magullándolo. Con la otra mano se tira del resto del cordón umbilical hasta que se corte (Figura 1). De esta forma casi no sangra.

Luego sacudir al cachorro cabeza abajo, o realizar el movimiento de martillo o hacha para que elimine las secreciones de boca y nariz (Figura 2).

Perras en gestación y parto
Figura 2

Se frota y presiona con telas limpias, toallas o mejor servilletas de papel, secándolo y estimulando la respiración

Si llora y se mueve vivamente, dejarlo con la madre. En caso contrario insistir con el masaje vigoroso.

Si no respira puede efectuarse respiración boca a boca, muy suavemente, presionando el tórax luego de cada insuflación.

Los cachorros normales tratan de mamar de inmediato, aunque en general de forma ineficaz durante varias horas, lloriqueando casi continuamente.

El intervalo de parto entre un cachorro y otro, varía de diez minutos a varias horas. Esperar solamente dos horas si hace esfuerzos expulsatorios y hasta seis horas si está tranquila, atendiendo a los ya nacidos. Superados estos plazos, comunicarse con el veterinario.

Cada cachorro tiene su placenta individual, que lo rodea como un salvavidas. Al nacer queda retenida dentro del útero, unida al cachorro por el cordón umbilical. Varios minutos luego de parir cada cachorro, las va eliminando y comiendo. La placenta tiene color carne. Del punto que se desprende la placenta del útero se produce una pequeña hemorragia, que se ve en el exterior como una pérdida sanguinolenta o de color verde intenso. Esto es absolutamente normal, excepto que se observe previo al nacimiento del primer cachorro.

Cuidados pos-parto

El profesional controlará que no haya retenido algún cachorro o placenta, que no haya lesiones en el canal de parto, el estado general de la perra y la presencia de calostro en las mamas, una vez finalizado el parto.

Perras en gestación y parto

Cada cachorro se inspecciona para determinar malformaciones, en especial el paladar, que su ano esté comunicado al exterior, la presencia de dedos supernumerarios, hernias, presencia de secreciones, sonidos respiratorios y vitalidad.

En algunas raza se corta la cola y los pulgares de las manos, además de los dedos suplementarios o garras que pudiera haber, 3 a 7 días después. Abren los ojos a los 9 – 10 días. Si no lo hacen pueden infectarse.

Es fundamental mantener calefaccionado el ambiente a 30 – 32°C la primera semana, y a 25 – 28°C la siguiente. El enfriamiento es la principal causa de muerte. En caso de producirse alguna, conservar al animal en la heladera, no congelado, para su posterior estudio.

No amamantar artificialmente a los cachorros, excepto indicación médica. Los problemas superan a las ventajas.

Pueden controlarse que los menos vigorosos tengan acceso a las mamas posteriores, que producen más cantidad de leche.

La alimentación de la perra durante la lactancia puede llegar a triplicar la dieta habitual. Dividida en 3 o 4 porciones diarias, y suministrarla a voluntad. Los requerimientos de calcio y vitaminas también se multiplican. El agua debe estar al alcance próximo a la paridera.

Los flujos vaginales sanguinolentos persisten 20 a 30 días. Si el color se modifica y parece pus, debe ser revisada. Proceder de igual forma si pierde el apetito o la normal relación con el medio.

Si bien puede haber gente presente durante el parto y días siguientes, evitar el movimiento excesivo, gritos, presencia de extraños u otros animales que pudieran incomodar. La perra puede demorar horas su parto, si se siente disconforme. Prever, especialmente cuando concluyó el parto, que aún animales muy dóciles pueden mostrarse irritables y aún agresivos.

 

FUENTE : http://www.bernades.com.ar/docgral_05.shtml

Animales que ayudan a otros animales.

Independientemente de nuestra especie, la capacidad de sentir hace que establezcamos fuertes vínculos con los demás, ya sean miembros de nuestra familia o amigos. Y son estos sentimientos los que nos empujan a actuar, arriesgando incluso nuestra propia vida, para salvar a aquéllos a quienes queremos.

Recientemente, en la ciudad de Temuco, Chile, una perra llamada Amanda salvaba a sus cinco cachorros, uno a uno, del incendio que sufrió la casa en la que vivían.Amanda arriesgó su vida introduciéndose en el fuego una y otra vez hasta que pudo resguardarlos en donde ella intuyó el lugar más idóneo para la seguridad de sus cachorros: el interior del camión de los bomberos.

 

Esta noticia nos trae a la memoria otros tantísimos casos más o menos similares de animales que ponen su vida en peligro para proteger la de los demás. Por ello nos detuvimos un momento a reflexionar en la realidad más abstracta que respalda estas emocionantes acciones, analizando las cualidades que llevan a estos animales a arriesgarse por ayudar a otros.

 

 Es el caso de Leo, un perro australiano que, mientras ardía la casa, escapó de su familia que lo había puesto a salvo para volver a por los cuatro pequeños gatos que todavía estaban en el  interior del hogar. Leo tuvo que ser reanimado posteriormente por los bomberos.

 

También el de Rosco, un perro mejicano que vio desde el exterior cómo se incendiaba la casa donde vivía su familia. Pese a estar atado, consiguió soltar su cadena y se adentró en el fuego para avisar a Iván, un niño de 4 años que dormía profundamente. Iván pudo escapar y salió ileso; el héroe de esta historia  tuvo que ser rescatado por los bomberos. Sufrió quemaduras en el 30 % de su cuerpo.

 

 Nos trasladamos a una autopista de Nueva York. Allí una perra fue atropellada quedando tendida en el suelo. Cuando la policía fue a socorrerla, su  cachorro intentaba por todos los medios que nadie se le acercara. El infranqueable instinto protector de este perro sorprendió enormemente a las personas allí presentes, conscientes de que el animal hubiera dado la vida por proteger la de su madre. Ambos están a salvo.

 

 

 

Entre las terribles imágenes que llegaron de Japón tras el seísmo, había una que seguro todos recordamos: un perro intentaba salvar a otro que permanecía tendido en el suelo llamando la atención de la gente para que lo socorrieran. El animal no dejó solo al herido en ningún momento e incluso le acariciaba el rostro intentando mitiga su dolor y transmitirle tranquilidad. Hoy ambos están a salvo.

 

 

Los animales son capaces de crear fuertes lazos afectivos entre sí, con su familia y con otras personas cercanas a ellos. Un claro ejemplo de la fuerza que puede llegar a tener una relación para ellos es la historia del león Christian. Fue adoptado en Londres, tras cerrar el zoo en el que vivía recluido, por dos personas que pretendieron evitarle un dramático final. Finalmente fue llevado a África para su puesta en libertad. Al cabo del tiempo, sus adoptantes fueron a visitarlo y comprobaron que no sólo no se había olvidado de ellos sino que seguía sintiendo por ellos el mismo afecto y cariño.

 

 

 

 

El ingenio es algo que todos los animales ponemos en marcha para tratar de solucionar los problemas con los que nos encontramos. Así hizo este perro, que trató de evitar que su amigo se ahogara en una piscina y, tras idear varias maneras fallidas, lo sacó del agua agarrando su cuello desde el exterior.  El análisis de la situación, del espacio, de las posibilidades de actuar, la percepción de la urgencia… todo esto es procesado por este perro en cuestión de segundos, sin necesidad de un entrenamiento previo o aprendizaje.

 

 

 

Fuente: 

El Periódico | Youtube

¿Que dice mi perro cuando “habla”?

Los mensajes acústicos y las vocalizaciones son usados en gran medida por el perro para comunicarse a distancias considerables. Todos habremos tenido la ocasión de oír los “conciertos” a varias voces que se desencadenan a horas intempestivas cuando, en mitad de nuestro descanso nocturno, todos los perros del vecindario se comunican entre si que han oído un ruido sospechoso por los alrededores o, simplemente, que en aquel momento esta pasando alguien por delante de una verja.

También habremos comprobado el lenguaje furioso de algunos perros cuando advierten a su propietario que alguien se esta acercando a la puerta de casa, hecho por otro lado muy natural habida cuenta del sistema de defensa del territorio por parte del animal, y que puede resultar molesto para los vecinos o incluso para el propio dueño.

Sin embargo, este es uno de los objetivos de la comunicación acústica: alertar de un peligro al grupo, de forma que se pueda preparar inmediatamente para la defensa.

Con la voz el perro transmite otros mensajes, distintos según el tipo de voz utilizado: el cachorro indica a su madre, con gañidos de lamento, que tiene frió, hambre o que necesita cuidados; el adulto ladrando comunica al compañero la presencia de un peligro o de una presa; al macho da a conocer a la hembra su “ardor amoroso”, con toda una variedad de sonidos. 

 

fuente: http://www.elchowchow.com

¿Cómo entender a mi perro?

El perro pertenece a una especie altamente social, y como tal, rica en signos de comunicación, especialmente visuales, acústicos y olfativos.

Los mensajes del rostro

Las expresiones del rostro mejor conocida como “mímica facial” son fundamentales en el lenguaje del perro, particularmente en las razas que tienen la posibilidad de modificar la posición de las orejas. Las disposiciones de estas, junto a las de los labios, nos pueden revelar las intenciones del perro.

Listado de expresiones a considerar:

  • La mirada fija y atenta con las pupilas contraídas, posiblemente acompañada de un gruñido sordo y un leve erizamiento del pelo del dorso, es un signo de amenaza.
  • La mirada baja y huidiza normalmente significa timidez, pero atención, también puede ser que el animal tenga miedo y que en tal caso indique que esta a punto de atacar.
  • La mirada atenta, acompañada de un movimiento zigzagueante de cola, ladridos y la parte anterior del cuerpo baja, puede querer decir que si estas dispuesto a jugar con el perro.
  • La mirada lánguida, implorante, con el cuerpo en posición de “sentado”, con un poco de barbilla que cae de la boca, significa que el perro esta esperando pacientemente la comida.
  • La mirada “ausente”, una posición apática y escasa reacción a las señales que le transmitimos, pueden indicar que algo no funciona en su organismo, que puede padecer alguna enfermedad o incluso alguna patalogia nerviosa; se dan casos en que esta mirada va acompañada de autenticas crisis nerviosas, que pueden desembocar en episodios de agresividad repentina e imprevisible, orientada hacia personas que el animal conoce o hasta su propio dueño.

Los mensajes del cuerpo y de la cola

Todo el cuerpo del perro es un conjunto es capaz de transmitir señales, ya sea modificando la postura, o bien erizando el pelo, hasta el punto de hacer que parezca mas voluminoso. El principio general es simple: cuando mas imponente resulta la figura del animal, como por ejemplo, orejas tiesas, pelo del lomo erizado, posición erguida, mayor es su dominio sobre el entorno, incluyendo a otros perros y a las personas.

Cuando mas reducida resulta la figura, como por ejemplo, cola entre las patas, orejas bajas, posición semi acostada, mayor es la intención del perro de declararse sometido, dependiente, o incluso “enamorado” en el caso que un perro que corteje a la hembra en celo.

No esta claro todavía el significado del zigzagueo de la cola. En la practica todos sabemos recibir el mensaje de nuestro perro cuando viene hacia nosotros moviendo la cola, el plato o la pelota en la boca, e interpretarlo como deseo de ir a pasar, tener hambre o ganas de jugar con nosotros. Sin embargo, el perro también mueve la cola a menudo, quizá de una forma mas rígida, menos relajada, cuando esta en situación de rivalidad con otros perros o en actitud previa a la agresión.

Es un echo que tal comportamiento se manifiesta ya en el cachorro cuando esta mamando o cuando hay competencia con los hermanos. Mediante el movimiento de la cola el perro puede señalar su presencia, puesto que al moverla esparce a su alrededor la propia señal olfativa que es un sistema de comunicación muy importante.

Mover la cola esperando un juego o una recompensa es un signo de tipo infantil que el perro adulto mantiene.

Fuente: elchowchow.com

Prehistoria

En un remoto y misterioso periodo de la evolución apareció el animal que ahora llamamos Chow- Chow.
Sin duda alguna es una de nuestras mas antiguas razas de perros . Los historiadores han encontrado crónicas que datan de hasta el siglo 11 AC el cual describe al «Perro Tártaro» o «Perro Forráneo» mostrando claramente que sus características únicas estuvieron presentes en ese entonces.

Los perros eran descritos como » de contextura pesada con pelo sedoso y áspero, con patas traseras absolutamente rectas y lenguas azules» . La evolución y su subsecuente domesticación tuvo obviamente que tomar lugar antes de ese momento .

En el árbol genealógico de los carnívoros, los últimos en separarse fueron los caninos y los ursinos.
Se asegura que durante el periodo Mioceno (entre 28 a 12 millones de años atrás), el Hemicyon, un intermediario entre el Cynoelesmus («padre» de los demás canes) y el Daphoneus (antecesor directo de los osos modernos), originó el Simicyon, un animal de tamaño que variaba entre el de el zorro y un pequeño oso que habitaba en las regiones sub-árticas y que después de trasladarse a siberia y el Noroeste de Mongolia , en donde sufrió mezclas con animales locales, dieron origen al Chow-chow . Se sabe que el Simicyon también poseía 44 dientes.

Aparte de las características obvias parecidas al oso, es interesante notar que el Chow-Chow comparte con los pequeños osos del Tibet y Manchuria la característica lengua azul, el cráneo amplio, el hocico corto y el cuerpo cuadrado. Estas son mas características ursinas que lupinas.

La final y concluyente prueba es dada por la dentición de los animales. Mientras el grupo normal de canes tiene 42 dientes, el Hemicyon y el Simicyon tenían de 44 a 46, El Chow-Chow tiene también 44 dientes aunque usualmente pierden su par extra de dientes en la adultez. El Chow-chow , o un antecesor muy parecido , estuvo probablemente establecido en las altas, frías estepas de Mongolia muchos años antes de la evolución del hombre mono al homo sapiens.

EL CHOW LLEGA A CHINA 

La China fue frecuentemente invadida por las tribus Bárbaras provenientes de su frontera norte. Estas tribus , los Tártaros y Mogoles , estuvieron acompañados por sus «perros de guerra» . En ese tiempo la palabra «Mastin» fue a menudo usada pero no con su actual significado ‘Mastin» como era usada en ese entonces, indicaba un perro de tamaño, fuerza y habilidad para cazar y fue usada indiscriminadamente por escritores y traductores independientemente de la raza del perro .
Los perros de guerra Tártaro fueron descritos como de apariencia «Leonina» ,grandes , poderosos y de lenguas negras. Los registros indican que el Emperador Wu Wang (1122-1116 AC) recibió como tributo del enemigo un gran número de esos perros descritos como «‘de gran fuerza y con abundante pelo y mayormente rojo».
A pesar de la destrucción de la literatura china ordenada por el emperador Chin Shih en el año 255 AC, numerosas referencias permanecen y los cuales indican que los perros fueron traídos a la China por las tribus Bárbaras que vivían en la frontera norte y los cuales eran nombrados como ‘Chow Foráneo» y cuya descripción coincide con el Chow-Chow actualmente.

Existe la persistente relación de la lengua azul o negra y sus patas posteriores rígidas; también sus encías y labios y el detalle de que sus labios no se sobrelapan sino que apenas se tocan, característica que le da al Chow-Chow su típica imagen que lo aparta de las demás razas

El «Perro de Guerra Tártaro»o «Chow Forráneo» fue visto por los chinos como de gran «importancia para ser usado por los hombres» y fue altamente valuado para cacería, pastoreo y vigilancia.

Los Emperadores y la nobleza en general mantuvieron al Chow-Chow en lujosos recintos. El emperador Ling Ti criaba a los Chow-Chows como mienbros de la Casa Imperial los cuales fueron alimentados con el mejor arroz y carne por un contingente de sirvientes, tenían una escolta militar , dormían en ricas alfombras y fueron premiados con títulos nobiliarios y condecoraciones como la Orden de Kai Fu ( Virrey). Estos Chow-Chows tuvieron el doble propósito de cuidar el palacio y de verse hermosos y dignos

Los emperadores de la dinastía Tang tuvieron perreras de cacería de 25,000 parejas de ‘sabuesos ‘ de puro tipo Chow-Chow. En el «Libro de Ritos» (Siglo VII ) el ‘Forráneo Chow’ fue clasificado como perro de caza usado para atacar perros y leopardos.

Como cazador el Chow-Chow tuvo destacables capacidades de olfateo, tácticas ingeniosas y de gran fuerza. Su fuerza es evidente en el uso del arnés mostrado en el ceramio proveniente de las tumbas del periodo Han (206 AC al 201 de nuestra era) en donde el perro está amarrado a un fresno mediante un curioso tipo de arnés conectada por una correa en el frente y amarrada a un aro de hierro sobre la espalda en la cual el fresno está atado, además por su gran corpulencia que indica que el perro es extremadamente poderoso. Estos ceramios fueron enterrados con sus amos muertos para cuidarlos de las «influencias demoniacas y los espíritus repugnantes».

En la provincia de Yunnan los perros alimentados para cazar el ciervo almizclero fueron descritos como «perros de gran tamaño y peso, muy activos y de paso seguro». Durante este periodo existen muchas referencias en las crónicas de la temprana China en las cuales es fácilmente reconocible al Chow-Chow como ‘Perros Cuadrados» de aspecto fiero y parecidos a los leones por su gran cuello cubierto de pelo, cazando jabalíes. También eran descritos como «Extraños animales y muy diferentes de cualquier otra raza siendo de naturaleza suspicaz, hosca y hostil hacia los extraños pero sumamente valiente»

También existe una pintura de la Casa Imperial China de alrededor de 2000 años atrás en la cual claramente se muestra a un Chow-Chow echado debajo de una mesa Este Chow-Chow tiene una cobertura roja perfectamente acicalada y tiene la misma expresión de los Chow-Chows de hoy en día.

Hasta ahora las referencias al Chow-Chow han mostrado su color tanto rojo como negro
Perro en las Rocosas montañas aisladas del norte de China, Manchuria y Mongolia, los monjes en los monasterios Budistas de los Lamas fueron criados Chow-Chows azules.

Los primeros chinos fueron hábiles en la genética de la crianza del color y les debió tomar considerable tiempo estabilizar esta dilución de negro a la constante perfección del azul pálido el cual ellos lograron alcanzar. Estos Chow-Chows azules fueron usados para cuidar y proteger el monasterio, para pastoreo y como perros de caza y fueron celosamente guardados en los monasterios.

El Chow-Chow se pareció al sagrado león, el defensor del creyente con el arnés que significaba la servidumbre hacia Buda. Estos Chow-Chows azules fueron distinguidos no solo por su color sino también registrado como de mayor tamaño y con mejor estructura ósea que aquellos fuera de los monasterios.
Con el fin de la dinastía Tang apareció y se incrementó la pobreza nacional y ,excepto dentro de los monasterios, la crianza selectiva cesó. Los cazadores imperiales desaparecieron. La raza pura original se mantuvo solamente en las casas de los mercaderes ricos y nobles y los monasterios.

El comercial y ahorrativo pensamiento chino establecieron granjas de perros. Al Chow-Chow se le encontró útil para la cacería, el pastoreo, el tiro de trineos, la vigilancia y también por su pelaje y su comestible carne. Grandes granjas de perros fueron dispuestas en los distritos norteños en donde los Chow-Chows fueron criados por su valioso pelaje, y en el cual los perros eran estrangulados alrededor de los 10 a 12 meses de edad para evitar que se dañe la piel.

Las reglas estrictas de la sociedad exigían que ‘»obre una túnica de piel de perro u oveja está prohibida llevar una segunda túnica» hecho para presumir la belleza del traje. En Manchuria cuando una muchacha campesina se casaba ella recibía una dote de seis Chow-Chow como base para formar su granja.

La carne del Chow-Chow era un sustituto deseable para la carne de carnero y las provincias de Kwantung y Kwan-si especializadas en la crianza para uso comestible. En Cantón los perros fueron alimentados con arroz especial en su dieta para incrementar su sabor . Se decía que los perros negros recibían especiales nutrientes. Los cachorros tiernos matados a los nueve meses eran reservados para gente adinerada aunque las clases más pobres comían perros adultos.

La lengua del Chow-Chow era una delicadeza pues se pensaba que tenía propiedades curativas. El chow-Chow era comido en Otoño con grano oleaginoso y fue especialmente mencionado para ser comido en la fiesta china de Achee. En 1928 de nuestra era una ley fue dada en la provincia de Peking prohibiendo comer carne de perro.

A pesar de esto, algunos de los chinos mas viejos conocían todavía donde adquirir esto y la carne era vendida bajo el nombre de «carne fragante». Hoy en día el perro todavía es comido en Correa del Sur en donde es servido comúnmente como medallones de carne sobre cebollas .
¿Pudo haber sido esto el porque el Chow-Chow mantiene su característico ceño como si él haya conservado un agravio contra la vida?

El Chow-Chow Viaja al Oeste 

La primera persona Europea que menciona y describe al Chow-Chow fue Marco Polo, quien visitó la China en el siglo 13 y quien escribió sobre ellos en el recuento de sus viajes.

Pero el Chow-Chow fue desconocido en el mundo occidental hasta el siglo 15 cuando fue traído como curiosidad por marineros y mercaderes en los buques de la compañia India del Este.

Escribiendo en su libro «The Natural History and Antiquities of Seaborne», el reverendo Gilbert White describe con preciso detalle la importación de un par de cachorros por un joven caballero de la Compañía del Este de India. Estos eran «de la casta china de Cantón tal como son engordados en este país para ser comidos». él continúa diciendo «las piernas traseras son normalmente rectas sin ningún doblez en el corvejón. Los ojos son azabachados pequeños y hundidos. La lengua el labio y la boca son del mismo color azul»
Claramente estos fueron definitivamente Chow-Chows, probablemente uno de los primeros en Inglaterra como lo fue en los inicios de los 1780’s. Durante los inicios del siglo 19 unos pocos perros fueron traídos como curiosidades .

Existe una referencia de un perro oriental con cobertura gruesa de color rojo y de lengua azul que venía de La China, varios perros fueron ubicados en el Zoológico de Londres en el «Area de Perros Salvajes» y en 1865 a la reina Victoria se le presentó algunos Chow-Chow los cuales fueron mantenidos en jaulas en Windsor.

Pero el interés en la crianza y exhibición debió haber empezado en 1879 cuando una perra Chow -Chow llamada «Chinese Puzzle» vino a Inglaterra. El siguiente año ella fue expuesta en la exposición canina del Palacio de Cristal por su propietario Mr W K Taunton. Es interesante notar, a la luz de nuestro presente estándar, que ella media 40.6cm medidos en el hombro y pesaba 14.5kg.

En 1884 the Earl of Lonsdale importó un Chow-Chow y tres años más tarde le dio a la Marquesa de Huntley un perro llamado Peridot. Ella entonces crió a un perro llamado Peridot II el cual fue la base para las perreras de la Dama Lady Granville Gordon. La Dama Granville Gordon fue la que se esforzó en lograr que el Kennel Club reconozca la raza como Chow Chow en vez de cómo un «Perro forráneo». Ella también fue propietaria de los primeros Chow-Chow azules en Inglaterra . Su hija , la Dama Faudel-Phillips, posteriormente fundó el famoso Amwell kennels y se convirtió en la líder de la crianza y exhibición hasta alrededor de 1898. En 1890 el primer Chow-Chow fue exhibido en América. Esta fue ‘Takya’ de propiedad de la Srta A C Derby.

Uno de los mas importantes años en la historia de Chow-Chow debió seguramente ser 1895. Cuatro eventos importantes ocurrieron. El campeón «Chow VIII» vino a ser el primer campeón Chow-Chow , Peridot II se le nominó como el mejor en el Campeonato de Exhibición LKA , El Chow Chow Club fue formado y el estándar de la raza fue formulado basado en el campeón «Chow VIII».
Desde entonces la cría y exhibición de esta raza han continuado rápidamente.

La Sra. Jarrett de Philadelphia fundó el primer «American Chow kennel» y obtuvo reconocimiento para la raza del «American Kennel Club».

«Chinese Chum» fue exportado a la Sra. Proctor de America en donde se convirtió en el Campeón Americano y padre de muchos campeones americanos incluyendo al campeón americano «Black Cloud» y al campeón americano «Night of Asia», el cual fue la base para sus perreras ‘Blue Dragon’.

En 1906 el «American Chow Club» fue fundado. Este fue seguido en 1924 por la fundación del «French Chow Chow Club» por Madame Mareschal ( conocida después de la última guerra como Madame Yvonne Diot). También el 1974 se tuvo el primer ingreso de un Chow-Chow en el German Stud Book.»

Gradualmente el carácter amable del Chow-Chow se hizo ampliamente conocido y desde 1920 la popularidad de la raza se incrementó firmemente y continua incrementándose hasta el día de hoy.

Un gran número de gente conocida, por no decir famosa, han poseído Chow-Chows
En la familia real la reina Victoria así como otros han tenido Chow-Chow como mascotas.

La reina Alejandra , en sus propias palabras, ‘loca por los animales» se le fue presentado un Chow-Chow por Sir Henry Knollys, el cual había estado trayendo algunos desde 12,000 millas por un capitán en el Ejército Indio.

El último Duque de Kent era propietario de un Chow-Chow y la actual Reina Isabel II tiene recuerdos infantiles de los perros de sus parientes. Los estadistas también han poseído Chow-Chows .Lloyd George tuvo dos Chows y un Chow-Chow vivía en la Casa Blanca en el mismo tiempo que el presidente Calvin Coolidge.

La actriz Sarah Bernhardt, el dramaturgo George Bernard Shaw, Sigmund Freud, el Dr Konrad Lorenz y el célebre conductor de orquesta Herberl von Karajan han poseido Chow-Chows.

Hay una descripción amorosa de un Chow-Chow llamado «Pooh-Baht» en el libro «The Bird in the Tree»ecsrito por Elizabeth Goudge quien no poseía un Chow-Chow pero vivía en la misma Villa que el Sr. Martin (Nitram Chows) y obviamente debió haber estado fascinada por el carácter del Chow-Chow como lo describe con precisión.

EL nombre del ‘CHOW CHOW’ 

Es muy difícil decir como una raza tan antigua como el Chow Chow adquirió ese nombre .

Uno de los nombres originales fue ‘Chao’ que significa «perro grande , primitivo y extraordinario de gran fuerza » y el nombre ‘Ao el cual ocurre en el siglo 17 AC, es probablemente una corrupción de esta . También en el mismo siglo es llamado ‘Man Kout’ significando «perro de los bárbaros»» o «perro Tártaro»
Alrededor del año 100 de nuestra era fue varias veces referido como ‘Mang’ ( perro con mucho pelo), ‘Chao'(perro de gran fuerza) o ‘Ti’ (perro rojo ).

Al llegar a Ocidente muchos siglos después fue llamado primeramente «Perro foráneo» y luego ‘Perro comestible de China’ . Pero la gente de occidente no le gustaba recordar su propósito alimenticio y fue entonces que adoptó ‘Chow Chow’

Esto pudo haber sido debido a varias mercancías traídas de China fueron conocidas por los ingleses como ‘chow chows’o pudo venir originalmente de la palabra , ‘Chao’.

fuente: http://delgado.redes.imasdeuni.org/chow/ 

Sigmund Freud y los Chow Chow

Sabine Etzold – 00:00 horas – 05/03/2006

Corría el mes de marzo de 1932. Paula Fichtl, la imprescindible ama de llaves de los Freud, se dio cuenta enseguida: Thomas Mann, a quien acababa de recibir en la puerta, «era un gran señor». Esta admiración era compartida por el señor de la casa, quien, a su vez, gozaba de la mayor consideración del huésped. Se daban las condiciones para una conversación de alto nivel entre dos gigantes del intelecto. Cada uno de ellos consideraba al otro tan importante como a sí mismo. «Pero los señores sólo hablaron de perros y puros», recuerda Paula Fichtl.La escena es fácil de imaginar: dos caballeros maduros, vestidos con elegancia, fumando cada uno su habano acompañados de un perro. El animal que estaba a los pies de Freud (1856-1939) era Jofie,su perra Chow Chow, que ha pasado a la historia del psicoanálisis como coterapeuta. Y quizá yacía «en la antiquísima y refinada postura de la esfinge, ese gesto de ídolo animal con la cabeza y el pecho erguidos», como describe Thomas Mann en Señor y perro,el relato en el que rinde homenaje a su inseparable perro Bauschan.Por entonces, Mann ya sabía muy bien lo provechoso que puede resultar el trato con los perros, sobre todo para los individuos de personalidad compleja. Freud, en cambio, lo había aprendido tarde. Cuando adoptó a su primera perra, Lün,hermana y predecesora de Jofie,ya tenía 72 años y estaba muy enfermo. Siempre había hecho gala de ser poco amigo de los animales. Y sin embargo fue él quien introdujo clandestinamente el primer perro en el círculo familiar: en el verano de 1925 le regaló a su hija Anna el pastor alemán Wolf,para que la protegiera durante los largos paseos que acostumbraba a dar a solas.

Los biógrafos suponen que lo hizo para molestar a su esposa Martha, que no soportaba a los perros. Pero también puede ser que ya desde tiempo atrás le apeteciera secretamente tener uno. El caso es que Anna y su amiga íntima Dorothy Burlingham dieron en el clavo cuando, a su vez, decidieron también regalarle perros a él: primero Lün,a la que siguió Jofie y luego LünYu.Hasta su muerte, Freud tuvo siempre a su lado un chow-chow. La elección de esa raza fue todo un acierto. El chow-chow, el perro de la lengua negra-azulada, pertenece a una de las razas caninas más antiguas del mundo. Procede de China, donde probablemente fue introducido por los tártaros mil años antes de Cristo, y donde era apreciado no sólo como animal de presa y guarda, sino también como suministrador de carne y lana.

La vida de los canes en casa de los Freud no era precisamente fácil. La familia, o dicho de otro modo, la manada, era, gracias a sus miembros femeninos – Martha,Minna,Anna,Paula y sus satélites Lou,Eva,Marie,Dorothy y otras- una auténtica maraña de neurosis en la que el ánimo sencillo del animal necesitaba orientarse. Jofie,a diferencia de su amo, lo conseguía siempre de manera magistral.

Según se cuenta, era tal la perspicacia de Jofie que sabía siempre con exactitud cuándo Freud se disponía a dar por acabada una sesión, y un momento antes se levantaba como para acompañar al paciente a la puerta. Además siempre echaba una mano a su amo con la terapia. Si por ejemplo, después de olisquear a un paciente, se apartaba de él y se escondía gruñendo debajo del escritorio de su amo, Freud daba por hecha la primera parte del diagnóstico. «La gente que le cae mal a Jofie,es porque no es trigo limpio», decía siempre el profesor, según recuerda Paula Fichtl.

Por supuesto, siempre acababa demostrándose que «Jofie tenía razón«. Otra tarea que le entusiasmaba era echar a los clientes cuando la sesión se prolongaba demasiado y hasta su propio amo empezaba a impacientarse. Un pacto ideal, provechoso para ambas partes: ¿qué más puede pedir un perro?

Y por todo ello su amo la amaba con todo el corazón. En 1930 le escribe a su discípula y amiga Lou Andreas-Salome, también gran amante de los perros: «Es una criatura fascinante, interesantísima, incluso en lo que tiene de femenino; un ser indómito, instintivo, cariñoso, inteligente y no tan dependiente como pueden serlo otros perros. Siente uno un gran respeto ante esas almas animales«.

El alma animal

El experto en almas humanas había descubierto el alma animal. La relación entre el amo y la perra, entre Freud y Jofie,era sin duda la más armoniosa en aquel entorno. Al final de su vida, Freud llegó a la sencilla conclusión de muchos entusiastas de la especie canina:los perros son como las personas, pero mejores. Su hija Anna lo cita con estas palabras: «Los perros aman a sus amigos y muerden a sus enemigos, a diferencia de los seres humanos, que son incapaces de sentir amor puro y siempre se ven obligados a mezclar el amor y el odio en sus relaciones de objeto«.

Una y otra vez, la supuesta indiferencia de antaño hacia los animales da paso a una auténtica pasión. En 1936 escribe a Marie Bonaparte, también propietaria de un chow-chow, que los perros demuestran a sus amos «un afecto sin ambigüedades«, liberan la vida del «agotador conflicto con la cultura«, y tienen la «belleza de una existencia colmada en sí misma. Y pese a la gran diferencia en la evolución orgánica, existe el sentimiento de un parentesco profundo, una afinidad innegable«.

En enero de 1937, cuando muere Jofie – no se sabe si por un fallo cardiaco tras una operación o porque fue sacrificada debido a un cáncer-, Freud experimenta un duelo sincero. Le escribe a Arnold Zweig: «Siete años de intimidad dejan una huella indeleble«. Poco después de la muerte de Jofie le regalan otro chow-chow, Lün Yu o Lün número dos.

Exilio y cuarentena

El inventor del psicoanálisis descubrió a los 72 años las virtudes terapéuticas de los animales. El profesor recelaba de los pacientes que le caían mal a su perra ‘Jofie’


Por supuesto, el perro acompañó a Freud al exilio en Inglaterra (1938), donde «el pobre Lün»,nada más llegar, fue puesto en cuarentena durante seis meses. Freud está inconsolable y va a visitarlo de vez en cuando con Paula.

Cuando se trata de los perros del profesor, no es Paula la única que tiene memoria selectiva.

Por lo visto, Anna también olvidó (tenemos la tentación de decir «reprimió») que antes de Jofie había habido una Lün número uno, cuyo trágico final fue consecuencia indirecta del complejo entramado de relaciones en casa de los Freud. El accidente ocurrió en 1928 durante las vacaciones del clan al completo en Berchtesgaden: Eva Rosenfeld, la amiga depresiva de Anna, que era psicoanalizada por Freud padre (en presencia de Lün),siente celos de la nueva amiga de Anna, Dorothy Burlingham. Al final, Eva viaja precipitadamente de regreso a Viena, llevándose consigo a la perra por motivos no aclarados. Según su relato, en la estación de Salzburgo, Lün se soltó y no apareció hasta varios días más tarde, aplastada sobre los raíles. Probablemente el chow-chow, llevado por su orgullo y su afán de independencia, había intentado liberarse zafándose de alguien a quien no podía aceptar ni como persona ni como miembro de la manada. Y aquel intento de huida le había costado la vida.

Anna no le hizo ningún reproche a Eva, y enseguida empezó a pensar en proporcionarle un nuevo perro a su padre: «Quizá al cabo de algún tiempo podamos regalarle a papá un sustituto«. Sin embargo, la biógrafa de Freud Eva Weissweiler sospecha que Eva, sintiéndose humillada, se había deshecho de la perra en un «acto de venganza«, y conjetura que «darle una patada en el trasero aun perro psicoanalista pudo tener un efecto muy liberador para Eva«.

Lün número dos fue el último perro en la vida de Freud (las fuentes no dejan claro si se trataba una vez más de una hembra o esta vez era un macho). La enfermedad de Freud había empeorado, y su estado despertaba tanta compasión como horror. Los dolores eran tan insoportables que casi no podía comer ni hablar; a veces Paula Fichtl lo oía gemir en su despacho. Pero una de las cosas que más le dolían, recuerda el ama de llaves, era que «el chow-chow ya no quería estar con él«.

Lün, que, como sus predecesoras, había mostrado una asombrosa tolerancia frente a toda clase de olores desagradables, frente al humo del tabaco y otras miasmas en el despacho mal ventilado del terapeuta, no soporta el olor enfermizo y mortal del cáncer y la necrosis ósea. Es posible que se esforzara por conseguirlo, pero al final acabó evitando la compañía del moribundo, no podía olerlo. Así, el animal impartió a su amo una última lección sobre la naturaleza del amor animal: la amarga verdad de la fuerza del instinto y la falta de compasión de un «afecto sin ambigüedades».